La
imagen de la tierra como un organismo vivo, madre nutriente, sirvió como un
freno cultural que restringió las acciones de los seres humanos. Uno no está
dispuesto a matar a la madre, ni a cavar en sus entrañas en busca de oro, o
mutilar su cuerpo, contaminar sus venas.
Si
a nuestra madre tierra, todos la consideráramos
viva y sensible, nadie permitiría su
daño, y si alguien lo hiciera, ese ser humano tendría una falla en su comportamiento como persona.
En
este momento el mundo necesita un número grande de personas que adquieran un nuevo
conocimiento o una nueva forma de ver la
vida y la tierra que la alberga, si esto sucede podríamos completar el numero
que necesitamos para salvar el planeta ¿Esta usted dispuesto a hacerlo?
Hazlo
ya, antes de que sea demasiado tarde!!!!
¿Se
imagina usted cómo cambiaría súbitamente la humanidad?
Piense a escala global, actúe a escala local
El punto crucial F. Capra
Adaptaciones Ancizar Leal
A
Fundación Filosofía Verde
“Nos protegemos como
especie”
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